La energía hidroeléctrica representa el 20% de la producción de electricidad en Francia y es esencial para el equilibrio energético mundial, ya que es la única solución que puede responder rápidamente a un aumento de potencia a corto plazo. La fiabilidad de las turbinas es esencial. Algunas llevan en servicio más de 100 años, por lo que las operaciones de mantenimiento son aún más críticas en caso de avería. Para hacer frente a este problema, EDF necesita una solución centralizada para supervisar las 1.100 unidades hidráulicas ya existentes y poder evitar tiempos de interrupción importantes en caso de avería grave.