¿Cómo funciona el principio de detección dinámica (DDP)?
El DDP, o centelleo óptico como se lo denomina a veces, mide la fluctuación dinámica en la transmisión de la luz a medida que las partículas de polvo se mueven a través de un haz de luz. Esta fluctuación dinámica se deriva de las distribuciones temporales de las partículas de polvo que atenúan el haz de luz. Cuanto más polvo haya en el escape, mayor será la amplitud de estas fluctuaciones.
Nuestros monitores de polvo DDP calculan la respuesta dinámica, o la relación entre la variación de la luz y la intensidad de la luz, que para aplicaciones particulares es proporcional a la concentración de polvo y, cuando se calibra con mediciones de referencia estándar, se puede presentar como una lectura en mg/m³.
A diferencia de la técnica de transmisión estándar, el DDP tiene inmunidad a las reducciones graduales en la intensidad absoluta de la señal de luz. Por lo tanto, los instrumentos DDP tienen la ventaja de que son significativamente menos susceptibles a la desviación con el tiempo, la temperatura o la suciedad de la óptica que los monitores de opacidad tradicionales y menos sensibles a la desalineación. En la práctica, esto significa que los instrumentos requieren menos mantenimiento.