Environmental Defense Fund Europe (EDFE) y el alcalde Sadiq Khan han publicado la segunda oleada de datos de Breathe London, un ambicioso proyecto de colaboración para medir y cartografiar la contaminación atmosférica en toda la capital.
Además de las mediciones de dióxido de nitrógeno (NO2) de los 100 módulos fijos de la red, el mapa interactivo incluye ahora datos preliminares de los recorridos en coche de Google Street View, así como datos actuales y medios de contaminación por partículas finas (PM2,5).
Los nuevos datos confirman una tendencia preocupante: La contaminación atmosférica en toda la capital sigue siendo peligrosamente alta. Cuatro de cada cinco núcleos, incluido el 90% de los colegios de la red, van camino de superar las directrices anuales de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre PM2,5, que está relacionada con una amplia gama de efectos nocivos para la salud. Además, el análisis preliminar de los datos móviles muestra que el NO2 es, de media, un 50% más alto en las principales carreteras de paso que en las carreteras locales más tranquilas.
Los resultados indican que es necesario actuar a escala nacional ( Level ) para reducir la contaminación y crear ciudades sanas y respirables.
Felicity Sharp, Directora General de Air Monitors, la empresa que ha suministrado las cápsulas AQMesh y también ha equipado los coches de Google Street View con monitores de la calidad del aire, ha declarado lo siguiente: se trata de un magnífico ejemplo de la sinergia que existe cuando los datos de una red de dispositivos fijos se complementan con datos móviles; cada formato contribuye a mejorar aún más la calidad de la evaluación de la contaminación, proporcionando información que ayuda al gobierno y a los ciudadanos a tomar medidas eficaces para transformar los niveles de exposición a la contaminación».
«Ya hemos equipado vehículos con monitores de calidad del aire y hemos instalado redes de monitores fijos, pero es la primera vez que hacemos ambas cosas a la vez en la misma ciudad. El resultado son datos hiperlocales que permiten evaluar la contaminación atmosférica calle por calle»
Partículas en suspensión
Pequeñas partículas suspendidas en el aire como polvo, hollín y gotas de líquidos pueden crear PM. La mayor parte de la contaminación por PM que se forma en las zonas urbanas procede de los combustibles fósiles utilizados en los vehículos, los equipos de construcción, la calefacción y la electricidad (incluida la combustión de madera) y la cocina comercial.
Las PM2,5 están formadas por partículas diminutas que penetran más profundamente en los pulmones y están relacionadas con enfermedades pulmonares, infartos de miocardio, accidentes cerebrovasculares, asma y cáncer, así como con una menor esperanza de vida. Esta contaminación es especialmente peligrosa para los jóvenes: los estudios demuestran que la exposición a las PM₂.₅ puede perjudicar el desarrollo pulmonar infantil.
Directrices sanitarias
Los datos de la red estacionaria de Breathe London sugieren que más del 80% de los puntos de medición superan las directrices a largo plazo de la OMS sobre PM2,5. En otras palabras, la concentración media anual de contaminación por PM2,5 -en la inmensa mayoría de los puntos de medición- se sitúa en niveles inseguros. Además, aunque se han establecido umbrales para las PM como directrices generales, hay pocas pruebas que sugieran la existencia de un umbral seguro por debajo del cual no se produzcan efectos adversos para la salud. A pesar del reconocimiento de que las PM no son seguras en ningún nivel, actualmente es legal en el Reino Unido tener niveles de contaminación por encima de lo recomendado por la OMS.
Tráfico contaminante
Desde otoño de 2018, dos coches de Google Street View especialmente equipados recorren las calles de Londres para medir la contaminación del aire. Los datos de los trayectos realizados hasta ahora ya pueden verse en el mapa. Al comparar las lecturas de contaminación de las calles más transitadas frente a las más tranquilas, el análisis preliminar revela que el NO2 es, en promedio, más del 50% más alto en las principales carreteras de paso más transitadas que en las carreteras locales más tranquilas*. Al igual que las PM, la contaminación por NO2 está relacionada con diversos efectos sobre la salud, como el agravamiento del asma y el deterioro de la función pulmonar en los niños.
Acción nacional
Los datos de Breathe London son una prueba más de que el Reino Unido necesita nuevas obligaciones y políticas claras para limpiar el aire y proteger la salud pública. Sin embargo, el proyecto de Ley de Medio Ambiente, presentado recientemente por el Gobierno, que se esperaba con impaciencia como la primera legislación medioambiental importante en más de 20 años, no tiene carácter de urgencia. A pesar de la oportunidad de crear nuevas normas ambiciosas y de gran alcance para limitar la contaminación atmosférica nociva, el proyecto de ley no va lo suficientemente lejos en el establecimiento de objetivos firmes y jurídicamente exigibles. EDFE ha sugerido un marco alternativo para ayudar a localizar las fuentes de contaminación y crear nuevas obligaciones para que el Gobierno se ocupe de las emisiones.
Las PM2,5, los NO2 y otros contaminantes nocivos alcanzan actualmente niveles peligrosamente insalubres en toda la capital. El uso de datos granulares para ayudar a orientar las políticas y limpiar las fuentes de contaminación más significativas contribuiría en gran medida a crear ciudades más saludables para todos.
Los datos de Breathe London también estarán disponibles en el nuevo Air Quality Data Commons (AQDC), una plataforma de datos de libre acceso en la que se pueden compartir y utilizar datos de sensores de calidad del aire de bajo y medio coste.
* La comparación supone que el error es aleatorio. Se realizarán análisis adicionales una vez concluida la recogida de datos móviles.